Objetivos · Programa académico · Metodología y evaluación · Equipo docente · Inscripciones

Metodología y evaluación

La enseñanza virtual y sus características


La enseñanza virtual no se corresponde con lo que comúnmente se denomina “enseñanza a distancia” que se dicta a través de cursos “en línea”, sino que tiene un alcance y unos objetivos mucho más amplios, pues equivale en su metodología y en sus recursos pedagógicos con los procesos que se desarrollan en el mundo real, para lo cual debe contarse con aulas de clase, biblioteca, evaluaciones, espacios compartidos y actividades participativas que precisan de una “comunidad virtual”, interactiva, semejante a la que existe en los procesos de enseñanza presencial, pero utilizando como medio de comunicación una plataforma que crea un “campus virtual”.

La enseñanza virtual debe permitir procesos sincrónicos y asincrónicos: en los primeros, los alumnos participan en las actividades al mismo tiempo, pero desde el lugar en que cada uno de ellos se encuentre; y en los segundos, los alumnos intervienen en el proceso desde el lugar y en la oportunidad en que cada uno de ellos elige, siempre en el marco de un cronograma previamente establecido. Ambos procesos deben ser lo suficientemente flexibles como para permitirle al alumno un diseño personalizado de los tiempos que debe dedicar a sus actividades de lectura e investigación, de acuerdo a “ritmos humanos” razonables; y lo suficientemente rígido como para que las evaluaciones se cumplan con estricta sujeción al programa previamente diseñado al efecto.

Por ello, la disciplina requerida para el cumplimiento de las actividades de enseñanza/aprendizaje en los procesos virtuales no puede ser inferior a la exigida en los de carácter presencial, inclusive en cuanto a los niveles de preparación y rendimiento.

El seguimiento de las actividades docentes es especialmente exigente para los formadores o profesores, quienes además de organizar y evaluar las tareas encomendadas a los alumnos para su entrega a tiempo de acuerdo al cronograma, deben moderar, animar y evaluar las actividades interactivas que se efectúan a través de los “espacios compartidos”, en particular los foros y los debates. No son iguales las habilidades pedagógicas y de dedicación acostumbradas en la enseñanza presencial que las exigidas para la virtual.
La interactividad de la enseñanza virtual permite una doble vía de comunicación: la de carácter vertical, entre los profesores y sus alumnos (tanto en forma directa y personal como a través de los espacios compartidos); y la horizontal, es decir, la de los alumnos entre sí.

En cuanto a los recursos bibliográficos, la “enseñanza virtual” tiene la ventaja de ofrecer a profesores y alumnos, tanto una biblioteca ubicada en el propio “campus virtual”, semejante a la que existe en las instalaciones físicas de cualquier institución educativa, como de documentos y otros elementos de información disponibles a través de la Internet, sea accesibles desde el propio “campus virtual” mediante el establecimiento de “hipervínculos”; o bien mediante el suministro de los datos necesarios para su ubicación en la Internet, con el auxilio de los “motores de búsqueda” disponibles en la red.

Por lo que se refiere al perfil de los cursantes, la enseñanza virtual de cualquier disciplina exige cierto grado de “homogeneidad” entre los alumnos participantes, por ejemplo, grados universitarios o formaciones académicas equivalentes, como ocurre en el mundo real, porque desigualdades de esa naturaleza generan numerosas dificultades, tales como las de demoras en el cumplimiento de los procesos, insatisfacciones en unos alumnos y deserciones por parte de otros, etc.


Evaluación

Estos cursos se desarrollan a través de módulos y son evaluados mediante foros de discusión, y a través de trabajos académicos y evaluaciones en red.